Cuando piensas en un jacuzzi, puedes imaginar inmediatamente las sensaciones de bienestar que se derivan de él: sumergirse en un baño muy caliente, dejar que tu cuerpo sea masajeado por los hidrojets. . .
Es cierto que el jacuzzi, y más en general los equipos de balneoterapia y talasoterapia (ducha de hidromasaje, bañera de hidromasaje...), son conocidos por sus muy interesantes efectos relajantes. Pero el jacuzzi tiene también otras virtudes, ya sea en el aspecto psicológico (estrés, depresión, enfermedades mentales...), de belleza (acné, celulitis...) pero también en el aspecto sanitario (problemas respiratorios, dolores musculares...).
El jacuzzi le permite obtener un verdadero efecto relajante, y esto al instante, tan pronto como entra en la bañera. Como tal, es ideal para las personas propensas al estrés y la ansiedad, pero también proporciona una sensación de bienestar, especialmente para las personas que pueden estar deprimidas o que tienen dificultades para dormir. El efecto del agua caliente y los chorros de masaje relajarán profundamente el cuerpo y la mente de nuestros huéspedes y les harán sentirse relajados y ligeros.
Sus virtudes en cuanto a la belleza. Aunque este aspecto es menos conocido, sigue siendo muy relevante ya que las personas que sufren problemas de piel como el acné o el eczema o las que tienen celulitis podrán encontrar un remedio natural con el jacuzzi para mejorar su condición.
De hecho, cuando se trata de problemas de la piel, el jacuzzi en primer lugar permite relajarse, lo que puede tener un efecto directo sobre la piel cuando se sabe que los problemas de la piel están a menudo vinculados a los problemas de estrés. Además, el jacuzzi estimula la circulación de la sangre, lo que naturalmente lleva al cuerpo a eliminar toxinas, y al mismo tiempo permite que la piel se reoxigene más rápidamente y así eliminar espinillas, eczema, puntos negros, psoriasis, tez apagada...
En cuanto a la celulitis, los masajes proporcionados por chorros de aire o agua reafirmarán la piel mientras estimulan la circulación linfática y sanguínea, que suele ser una de las principales causas de la piel de naranja.
El efecto del agua caliente combinado con el de los hidrojets ayuda a combatir varios problemas de salud, como los dolores musculares (especialmente en la espalda y el cuello) y articulares (artritis, artrosis, etc.).
Además, el masaje que proporcionan los chorros estimula la circulación sanguínea y linfática, lo que es ideal para las personas con la sensación de piernas pesadas, entre otros. Una mejor circulación sanguínea también ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo de manera más rápida y eficiente.
Además, el jacuzzi es especialmente adecuado para problemas respiratorios como el asma, ya que la inhalación de vapor de agua ayuda a calmar y despejar el sistema respiratorio. Obsérvese que el jacuzzi también tendría un impacto positivo en los trastornos digestivos, pero también en los dolores de cabeza y las migrañas recurrentes.
